Soy un chico de 22 años que deseo contar el primer descubrimiento que realicé en mi familia y que desde entonces ha cambiado mi vida totalmente.
Tenemos unos vecinos en casa que tienen un hijo, el único de 19 años que parece que tiene un poco de retraso pero que el chaval está muy desarrollado y muy majo con una cara de angelote que no puede con ella; cuando se va su madre a comprar lo pasa a casa y lo queremos todos como si fuera de la familia. Hace un par de meses descubrí a mi madre en su habitación con el chico que tenía bajados los pantalones y le estaba mamando la pijorra, que por cierto, era una tranca exagerada.
Yo me quedé cortado y mi madre al verme se me abrazó y casi llorando me pidió que no se lo dijera a mi padre pero que hacía mucho tiempo que la tenía abandonada y se desahogaba con el chico y que incluso la madre del chaval lo sabía y lo dejaba para que el chico disfrutara.
Yo soy bisexual pero nunca había tenido ninguna experiencia con tíos a pesar de que me gusta mirarles el paquete, así que aproveché la ocasión y le dije a mi madre que no se preocupara que no lo sabría nadie pero que yo también tenía un secreto y era que me gustaban los tíos también y que al verle semejante pijo al chaval me gustaría tocárselo un poco. Mi madre dijo que me desnudara y participara con ellos; así que a los pocos segundos estábamos los tres desnudos del todo y yo mamándole la polla al chaval mientras mi madre me la chupaba a mí, luego mi madre me dijo que se la metiera por el culo al chico que le gustaba mucho ya que ella le metía cosas como zanahorias y plátanos y hasta un consolador que tenía y que siempre suspiraba de gusto el granuja; así que me lo puse de culo y ayudado por mi madre que le abría bien el ojete le enterré toda mi polla dentro sintiendo un gusto mucho mayor que cuando me hacía pajas. Mi madre de vernos se puso tan cachonda que me amorró su chocho a mi boca y empezó a restregarse como una loca hasta que nos corrimos los tres casi a la misma vez.
Después de descansar un buen rato intentó mi madre que me la metiera el chaval a mí, pero después de mucho probar no pudo, ya que como la tenía tan gorda no me entró. Para no dejarme a medias me metió mi madre el consolador dentro y lo conectó a la vez que se lio a mamarme la verga mientras el chico se puso detrás de mi madre y de un golpe le metió por el ojete toda la tranca. Nos corrimos como chiquillos dando la sesión por terminada por aquel día.
Cuando vino su madre a buscarlo mi madre le contó todo a pesar de que yo me puse muy colorado, pero fue por poco rato ya que me dijo su madre que podía pasar a disfrutar con él a su casa siempre que quisiera, pero que tendría que calmarla a ella antes con lo que yo tenía y me echó mano al paquete por encima del pantalón.
Desde ese día paso más tiempo en su casa que en la mía, incluso me follo al chaval delante de sus padres aunque ellos también hacen conmigo lo que quieren ya que el padre dice que le doy más gusto que su mujer cuando se la mamo o me encula, siempre que quiere diciéndome que el que algo quiere algo le cuesta y la verdad es que me gusta a pesar de que con quien más gozo es cuando follo con mi madre y la vecina a la vez.
Y esta es mi historia verídica, formamos dos familias estupendas excepto mi padre, que de momento no se ha enterado de nada.
Un fuerte saludo, Carlos.