¿Cómo practicar Sexo anal?

Guía para disfrutar del sexo anal sin miedo y sin riesgos

El sexo anal es una práctica sexual muy común en España que, aunque a menudo ha sido rodeada de tabúes, se ha vuelto cada vez más popular entre parejas de diferentes orientaciones sexuales. Cuando se realiza de forma segura, el sexo anal puede ser una experiencia placentera y reconfortante. Sin embargo, como cualquier actividad sexual, es fundamental seguir ciertas pautas para minimizar riesgos y asegurarse una buena experiencia.

Te ofrecemos una guía práctica sobre cómo practicar sexo anal seguro con tu pareja

• Habla abiertamente sobre tus expectativas y limitaciones:

Explicar lo que te gustaría experimentar, tus preocupaciones o cualquier cosa que te incomode puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la experiencia.

La higiene es esencial

La higiene es uno de los aspectos más importantes cuando hablamos de sexo anal. Mantener la zona limpia puede mejorar el placer y reducir el riesgo de infecciones. Algunos consejos para asegurarse una buena higiene son:

• Bañarse o limpiarse previamente:

Es recomendable ducharse antes de practicar sexo anal. Algunas personas prefieren realizar una limpieza intestinal con un enema para sentirse más cómodas y evitar cualquier imprevisto, aunque esto es completamente opcional.

• Limpieza durante el acto:

Asegúrate de tener toallitas húmedas o papel higiénico cerca para cualquier necesidad durante la follada.

• Evitar el uso de productos irritantes:

No utilices productos como jabones perfumados o aceites en la zona anal, ya que pueden causar irritación o infecciones.

Uso de Lubricante: esencial para una penetración suave y placentera

El ano no produce lubricación natural, lo que significa que el uso de lubricante es esencial para evitar molestias o incluso lesiones. Aquí te explicamos cómo elegir el lubricante adecuado:

• Elige un lubricante a base de agua o silicona:

Los lubricantes a base de agua son adecuados para la mayoría de las personas, mientras que los de silicona ofrecen mayor duración, lo que puede ser útil durante el sexo anal. Evita el uso de lubricantes a base de aceite si estás utilizando preservativos, ya que pueden dañarlos.

• No escatimes en cantidad:

Aplícate una cantidad generosa de lubricante en el área anal y en el pene (o juguete sexual, si es el caso) antes de comenzar. Durante el acto, puedes añadir más lubricante según sea necesario o el cuerpo lo pida.

Empieza despacio: Relájate y Escucha a tu Cuerpo

El sexo anal requiere paciencia y relajación, especialmente si es la primera vez que lo practicas o si aún no estás completamente acostumbrado. Es importante empezar despacio para evitar dolor y molestias.

• Comienza con los dedos o un juguete pequeño:

Si es la primera vez, usa los dedos o un juguete sexual de tamaño pequeño diseñado específicamente para el sexo anal. Esto permite que el cuerpo se adapte gradualmente a la penetración.

• Relaja los músculos anales:

Los músculos del ano tienden a ser más tensos al principio. Tómate tu tiempo y usa una presión suave para permitir que los músculos se relajen. La respiración profunda y el contacto físico pueden ayudar a que ambos se sientan más tranquilos.

Posiciones cómodas para practicar Sexo Anal

La elección de la postura sexual es clave para la comodidad y el disfrute durante el sexo anal. Algunas posiciones permiten un mayor control sobre la penetración, lo que es importante cuando se practica por primera vez.

• Posición de cuchara:

En esta posición, las parejas se acuestan de lado, lo que permite una penetración más suave y controlada. Esta posición es ideal para quienes buscan comodidad y control durante la penetración.

• Mujer arriba:

En esta posición, la persona que recibe la penetración controla la profundidad y el ritmo. Esto es beneficioso para evitar cualquier incomodidad.

• Posición del misionero:

La persona que recibe la penetración se acuesta boca arriba, mientras que la otra persona se coloca sobre ella. Esta es una posición común que puede funcionar bien cuando ambas personas se sienten relajadas.

• Cuatro patas:

Esta posición permite un mayor ángulo de penetración, pero puede ser un poco más intensa. Si es nueva, puede que no sea la más cómoda, por lo que es importante asegurarse de que ambas partes se sientan a gusto.

Usa Protección: Evita el Riesgo de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)

El sexo anal sin protección conlleva un riesgo mayor de transmisión de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como el VIH, la clamidia o la gonorrea. Para minimizar este riesgo, es importante usar preservativos y tomar medidas de seguridad adecuadas.

• Usa preservativos:

Los preservativos son esenciales para prevenir la transmisión de ETS y evitar infecciones. Asegúrate de que el preservativo esté bien colocado y de que no se rompa durante el acto.

• Cambiar de preservativo:

Si se cambia de una penetración anal a una penetración vaginal, es crucial cambiar de preservativo para evitar la transferencia de bacterias y otros patógenos.

Escucha a tu cuerpo: detente si sientes dolor

El dolor durante el sexo anal no debería ser una parte normal de la experiencia. Si sientes dolor o incomodidad, es importante detenerse.

• No ignores las señales de tu cuerpo:

Si el dolor persiste o aumenta, es recomendable parar y permitir que tu cuerpo se recupere. Puedes intentar con más lubricante, cambiar de posición o tomar un descanso.

• Consulta a un profesional:

Si experimentas dolor recurrente o molestias persistentes, consulta con un médico para asegurarte de que no haya problemas de salud subyacentes.

La práctica del sexo anal puede ser una experiencia placentera si se realiza de manera segura, consensuada y respetuosa. La clave está en la preparación, la comunicación y la paciencia. Empleando las pautas descritas, se puede disfrutar de esta experiencia sin complejos, minimizando los riesgos y asegurándose un placer total.