Parejas liberales por teléfono

Mis películas eróticas favoritas son las que acaban en un pedazo de orgía increíble con todo el mundo en un lío que no se sabe de quién es cada pierna. Uf. Me pone mogollón y un colega una vez tuvo la suerte de montárselo con una pareja liberal. Dice que fue impresionante. De las cosas más morbosas que ha hecho nunca…

Desde que me contó esa historia, me pajeo siempre pensando en esa historia y últimamente estoy llamando a una línea erotica de parejas liberales para desfogarme, que es la caña.

Llamo y hablo con una tía y un tío a la vez y voy diciéndoles todo lo que quiero que hagan. La tía se la come al tío y yo la cojo por detrás, a mí me gusta la retaguardia y el otro por delante… Todo lo que se me ocurre. Y les voy escuchando cómo se lo montan y cómo nos ponemos cachondos, hasta que nos vamos del gusto.

Solo he probado la línea de parejas de polvazo, no sé cómo van los demás, pero las tías con las que he hablado aquí son la caña. Saben ponerme cachondo en cero coma, saben lo que me pone la polla dura, tienen una voz que me pone mil, que me la empina desde antes de terminar la primera frase.

La tía está ahí, comiéndome la oreja, tan cerca que le siento la respiración, como su aliento en el cuello, su cuerpo súper caliente… Me parece un descubrimiento, mejor que otras cosas que he probado o que las tías de webcam eróticas que son todas artificiales y de mentira.

En la línea erótica de parejas liberales interactúas en todo momento, sabes que están ahí, es como si los tuvieras delante.

Una vez también hablé con una pareja y le conté otra fantasía más turbia y me dijeron que a ellos también les ponía. Me sentía como si estuviera ahí de verdad, cabalgándome salvajemente como una diosa, con todas las cerdadas que me iba diciendo y sus gemidos.

No sé cómo explicarlo, pero por teléfono hay un morbo y un rollo diferente que hay que vivir para entenderlo, reconozco que era reticente a llamar a una línea erótica hasta que probé y terminé enganchado, ahora con el curro lo hago menos, pero los fines de semana, me pongo las botas.