Relato real enviado por M.S.A
Tengo cuarenta años. Dirijo una empresa textil, desde la muerte de mi marido, acaecida en un accidente de tráfico, hace dieciocho años, casi al año de casarme con él. Soy una viuda de buen ver, pero dedicada exclusivamente a mi tarea directiva donde ejerzo mis poderes con severidad y rectitud.