No basta con apretar el botoncito
Los hombres siempre han sentido una especial fascinación por los pechos femeninos, sean éstos grandes o diminutos, erguidos o flácidos. Diversos investigadores han estudiado esta curiosa atracción buscando sus razones e investigando su mecánica. En Estados Unidos, por ejemplo, los sexólogos y psicoanalistas han creído encontrar alguna explicación.